jueves, 8 de diciembre de 2016

Educación peruana, pruebas PISA y el mito de la caverna (Platón)

La educación peruana y las pruebas PISA: ¿Manipulación de cifras o Paradoja?



         El mito de la caverna es una explicación metafórica, realizada por Platón ( VII libro de la República)  sobre la situación del ser humano respecto del conocimiento. Platón explica cómo podemos captar la existencia de los dos mundos: el mundo sensible (conocido a través de los sentidos) y el mundo inteligible (sólo accesible mediante el uso exclusivo de la razón).  
        La caverna es un lugar oscuro, en el cual se encuentran un grupo de hombres, prisioneros desde su nacimiento y sujetados por cadenas que sólo les permiten mirar hacia la pared del fondo de la caverna sin poder nunca girar la cabeza. Detrás de ellos, se encuentra un muro con un pasillo,  una hoguera y la entrada de la cueva que conduce al exterior. Por el pasillo del muro circulan hombres portando todo tipo de objetos cuyas sombras, gracias a la iluminación de la hoguera, se proyectan en la pared que los prisioneros pueden ver.
    
      Los hombres encadenados consideran como verdad las sombras de los objetos. Ellos por su condición de prisioneros se hallan condenados a aceptar por ciertas todas y cada una de las sombras proyectadas ya que no pueden conocer nada de lo que acontece a sus espaldas.
¿Cuál es objetivo de usar  esta metáfora? En la educación peruana existe un grave problema de calidad que se acentúa con el tiempo, pese a la mayor cantidad de dinero asignado al sector Educación, pese a los reclamos de la sociedad y a la necesidad de contar con una población con mayor nivel de educación para ser competitivos como nación en un mundo donde las riquezas naturales abundantes ya no son el fundamento del crecimiento económico  y desarrollo posterior.

         En la actualidad, los países que además de lograr un crecimiento adecuado y sostenido, han logrado también niveles de desarrollo que permiten a su población disfrutar de mejores condiciones de vida, no se caracterizan por tener recursos naturales en abundancia, sino un población con nivel de educación que les facilita el acceso al mundo moderno, para ser competitivos, para crear e innovar  los servicios y productos de alta tecnología que solo se logran cuando la educación no todos los niveles (básica, secundaria y universitaria) forma y desarrolla capacidades personales y profesiones de nivel superior.

           Algunos países que sirven de ejemplo son Singapur, Corea del Sur, Japón, Israel. Otros países tienen recursos naturales pero ya no dependen de ellos exclusivamente (China, Estados Unidos, Alemania, Canadá, Australia).

         En el Perú existe una desinformación sobre la realidad de la educación  (calidad, propósitos, resultados, calidad y destino del gasto de un presupuesto cada vez más grande) ; la sociedad peruana está obligada a ser como los prisioneros de las cavernas que deben creer la verdad de las sombras  (las mentiras oficiales, cifras manipuladas, medias verdades) ; los que logran liberarse de esas cadenas y tienen acceso al pasillo pueden ver la verdad, el  origen del engaño y la forma como se engaña a la población.

           ¿Quién asume el  rol de los prisioneros libres que pueden ver la verdad? Las personas con pensamiento crítico y libre, las personas que han sido o son profesores en universidades sin prestigio y que saben que el desempeño de los alumnos que llegan de  la secundaria es deprimente y que la tarea de enseñarles lo que corresponde a la acarrea elegida es imposible o muy difícil. La docencia es sin arte y quien es un verdadero artista puede lograr resultados con esos alumnos; así, una de las primeras  actividades es ayudarles a recuperar sus autoestima y la conciencia de su valor a jóvenes que más que beneficiarios fueron víctimas de un sistema educativo perverso, al mismo tiempo que se aborda la tarea de la enseñanza del curso específico.

         Con arte y paciencia se puede lograr resultados, pero hay que ser en cierto modo un iconoclasta para adoptar métodos educativos propios, innovadores y creativos, descartando el método tradicional que es estéril y anula la voluntad y capacidad de aprendizaje de los jóvenes. La enseñanza en estas universidades (más del 80% de las universidades peruanas) es como navegar con una gran tripulación en una embarcación endeble, mal construida, , con una enorme tripulación a la que se debe enseñar poco  a poco lo que deben hacer; con suerte y control se logra superar el mal tiempo y arribar al puerto de destino.

         Esta alegoría es es válida en casos particulares, en cursos aislados, pero en conjunto, los pocos profesores competentes se ven obligados por las circunstancias  a mimetizarse y convivir con la mediocridad, enseñar poco o nada y terminar atrapados por la vorágine de la ausencia de calidad académica. El resultado final, profesionales con títulos inmerecidos que en muchos casos no reúnen las condiciones mínimas para desempeñarse como éxito en el campo respectivo.  Las excepciones existen, pero una sociedad que quiere crecer y desarrollarse no necesita  que un profesional competente sea un caso aislado y excepcional, necesita que todos lo sean.

         Por otra parte, la enseñanza en universidades de primer nivel (menciono algunas: PUCP; Lima, Pacífico, UNMSM; Cayetano Heredia, UNI y otras más)  es más fácil, es como navegar en una gran embarcación, con buen tiempo y con cada miembro de la tripulación preparado para hacer lo que le corresponde. Los jóvenes que llegan allí por lo general están mejor preparados y tiene más condiciones personales para aceptar y responder a los retos educativos mayores. Con ellos se puede trabajar al nivel de las mejores universidades del mundo, y los resultados serán reales y tangibles. Son las excepciones de la pésima calidad del sistema educativo peruano. Claro está, los profesionales tendrán mejores y más competencias y habilidades para desenvolverse con éxito en un mundo competitivo.

         Un hecho que revela la deficiente calidad y la disparidad de las universidades en el Perú es el siguiente. Las actividades académicas (clases, investigación y otras actividades) que habitualmente se desarrollan en en un semestre en una universidad con poco prestigio, se puede desarrollar en una semana o dos en una universidad de prestigio. Es la calidad del alumnado y la habilidad del profesor, aunque reitero que un profesor con suficiente  habilidad y honestidad, un maestro verdadero,  puede alcanzar metas imposibles en las universidades sin renombre y aunque no se llega al nivel de las mejores, no se queda tan vergonzosamente atrás. Lamentablemente se presentan en casos aislados, algunos cursos y nada más.

          También son prisioneros que escapan de la caverna son  las personas que conocen de manera directa o indirecta  la corrupción en todo nivel, todo modalidad, circunstancia y tiempo que existe en el Ministerio de Educación. La detección de los casos, la magnitud, responsables y la aplicación de sanciones (que por supuesto nunca se producirán en un estado hipercorrupto) corresponde a la Contraloría General y otras instituciones; solo se menciona un caso que es la punta del iceberg. La proliferación, inconsistencia, ausencia de propósito educativo de las “consultorías” o contratos para supervisiones. Nada o casi nada de lo que se menciona en los términos de referencia se cumple o realiza o es útil para mejorar la calidad de la educación, tan solo son un pretexto  para asignar tareas ficticias a los amigos o distribuir dinero para crear la sensación de “capacidad y efectividad de gasto”.

         ¿Podemos saber quiénes son los que crean las sombras? Los medios de comunicación masivos (¿no serán más bien,  medios de incomunicación?), la prensa que para ganar contratos debe publicar lo que los  clientes (ministerios y otras entidades públicas) quieren, los ministerios y otros grupos de interés. En el gobierno actual se observa los desastres acumulados en el gobierno anterior, pero el problema de la creación de sombras y desinformación ha estado presente en todos los gobiernos.

    
          Veamos algunos hechos. En un gráfico se muestra que el Perú alcanzará el promedio OCDE de las pruebas PISA en 21 años. Como peruano, me alegra la noticia aunque con una gestión realmente  eficiente, creativa y decidida, el plazo debería ser menor (hay países que lograron esa meta en menos tiempo). Sin embargo es sorprendente la mención de que Brasil y Chile NUNCA ALCANZARAN EL PROMEDIO de la OCDE.  Cualquier peruano educado, sin complejo de inferioridad ni odio irracional, con  un mínimo de cultura sabe y reconoce la superioridad del sistema educativo chileno respecto al peruano, sabe y reconoce que en pruebas PISA anteriores Chiles siempre supero al Perú, entonces afirmar que ahora están en declive grotesco que lleva a la imposibilidad de superación o mejoramiento es una burda mentira, una exageración descabellada  o una afirmación propia de un fanático religioso extremo. No se trata de cuestiones de patriotismo, sino de leer el verdadero sentido de las palabras o cifras mostradas.



       La educación básica (primaria y secundaria) es la antesala a la educación superior. La calidad de los alumnos del nivel básico determina la calidad de las universidades. Los alumnos de Singapur, Japón, Taiwán aspiran a universidades como las que existen en esos países; los alumnos del sistema educativo peruano no estarían preparados  para pasar por alguna de estas universidades, puesto que su pretensión es únicamente obtener un título profesional sin que importe en absoluto la adquisición competencias  profesionales. ¿Puede postular la Universidad de Singapur un alumno peruano, egresado de secundaria, que no sabe multiplicar 5 por nueve ni calcular el área de un triángulo? Los alumnos excepcionales si lo lograrían, pero la absoluta mayoría nunca. Si la verdad es la que se muestra, las universidades peruanas deberían estar en rankings universitarios en los primeros  lugares y avanzando continuamente hacia las primeras  posiciones, mientras que las universidades brasileñas y chilenas deberían están en caída libre hacia los últimos lugares.

        Alguien puede cuestionar y decir que se paga por aparecer en una posición privilegiada. ¿Tendrían dinero y voluntad las mejores universidades para pagar  cupos y sobornos para ser mencionados en un lugar determinado del ranking? Es improbable ya que los logros académicos hablan por sí mismos.

      Para ejemplo, se presentan tres rankings de las universidades de America Latina. En las tres predominan las universidades brasileñas, chilenas y mexicanas.  Las universidades peruanas que aparecen son las que todo peruano reconoce como las mejores (la demás aparecerían en un ranking que llegue  hasta el número 20.000 o más).  


              1.  El Ranking de Google Scholar, una base de datos que se apoya en el número de citas o referencias por cada universidad (Los detalles  de los métodos de clasificación pueden ser revisados en las páginas web correspondientes). Rankings based on Google Scholar Citations.




2.                La clasificación de las mejores universidades de América Latina, realizada por Quacquarelli Symonds (QS), compañía británica especializada en el ámbito de la educación, que muestra el top 300 para el año 2016.

          Brasil sigue siendo el líder absoluto de la región según el ranking (la Universidad de San Paulo ocupa el primer lugar), Argentina y Ecuador muestran un progreso notable. Al mismo tiempo, la educación superior de Perú se ve estancada.

En el estudio de este año se incluye un nuevo criterio de evaluación denominado "red internacional de investigación", que mide el número de enlaces externos obtenidos por una universidad. La actividad en el ámbito internacional representa un desafío para elevar el nivel de la investigación que llevan a cabo los centros, así como para atraer a los mejores estudiantes y académicos del extranjero. Este último campo complementa los 7 factores de excelencia establecidos en la clasificación, tales como la reputación académica y empresarial, la calidad de la investigación y la docencia y el impacto internacional de los hallazgos realizados.

En el ranking de 2016 participaron las universidades de 20 países latinoamericanos. Brasil es el país mejor posicionado del ranking regional, con 76 universidades entre las 300 mejores de la región. México ocupa el segundo lugar, con 45 universidades, mientras que Colombia ha dejado atrás a Argentina y Chile con 41 centros universitarios. Las brasileñas ocupan cuatro de las diez mejores posiciones en cuanto a las universidades de América Latina.

Chile, México y Colombia están representadas en la lista por dos universidades entre las diez más destacadas. El progreso más significativo en comparación con el año pasado lo protagoniza Argentina, porque 19 de sus 34 centros de enseñanza superior han mejorado su puntuación en la lista.

Las universidades peruanas padecen un llamativo estancamiento, con tan solo dos de los 16 mejores centros universitarios que tiene el país mejorando sus posiciones en el ranking.


3.      Ranking de Times Higher Education. La publicación inglesa Times Higher Education (THE), desde hace años elabora los rankings de las mejores universidades del mundo y por primera vez lo hizo con universidades latinoamericanas este año.

        Brasil es el país más representado en la tabla, con 23 de los 50 primeros lugares, incluyendo los dos primeros puestos y la mitad del top ten. La Universidad de San Pablo y la Universidad Estatal de Campinhas, ocupan el primer y segundo lugar, respectivamente.
Chile y México tienen 11 y ocho posiciones, respectivamente, mientras que Colombia tiene cuatro universidades en el ranking. Chile es el segundo país más representado, liderado por la Pontificia Universidad Católica de Chile (en tercera posición) y la Universidad de Chile (cuarta). México también tiene dos representantes en el top ten: el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (octavo) y la Universidad Nacional Autónoma de México (novena). El listado de las 10 mejores se completa con la Universidad de los Andes, de Colombia.

      En total, siete países están representados en la lista de los 50 mejores, incluyendo a Costa Rica, Perú y Venezuela, aunque todos ellos no aparecen en los rankings de las mejores universidades del mundo elaborados por THE.

      La metodología empleada "utiliza los mismos 13 indicadores de rendimiento que los rankings de las universidades del mundo, pero se han adaptado para reflejar las cualidades de las instituciones de América Latina". Por ello,  hay menos peso o ponderación en el indicador de "citas" y el límite de investigaciones se redujo de 1000 a 500 documentos de más de un período de cinco años, para reflejar los menores volúmenes de publicación en la región.

     Las universidades son juzgadas a través de sus misiones centrales -enseñanza, investigación, transferencia de conocimiento, perspectiva internacional e incorporación laboral de los egresados- para proveer las comparaciones más completas y equilibradas disponibles.




    Carolina Guzmán-Valenzuela, investigadora de la Universidad de Chile, dijo a THE que el éxito de Brasil en el ranking refleja sus altos rendimientos de investigación, alta producción de patentes y el alto gasto en investigación y desarrollo, que representa un porcentaje del PBI de 1,15%, en comparación con sus vecinos de la región, como México (0,42%) y Chile (0.36%). Perú tiene 0.15%

        En estas circunstancias no es lógico ni cierto, afirmar que la educación en Brasil y Chile está  en declive y “que nunca alcanzarán el promedio de la OCDE”. Nuevamente insistimos en que los alumnos que provienen de la educación básica son los que alimentan las universidades. Si la de educación básica en Brasil o Chile decae, mientras que sus universidades son consideradas entre las mejores en América Latina , y algunas están el lugares privilegiados en el ranking mundial, entonces se produce una contradicción, una aberración mental que solo puede ser aceptada si se presentan estrictamente las siguientes condiciones.

a)     Los alumnos de las mejores universidades chilenas y brasileñas no son chilenos ni brasileños, son extranjeros (vienen de Singapur, Taiwán, Japón y otros países atraídos  por la calidad de las universidades chilenas) o quizás son peruanos, provenientes del “maravilloso  y mágico” sistema educativo peruano. Cualquiera, pero no chilenos ni brasileños porque no están preparados  para ser alumnos de una universidad de prestigio.

b)     Las universidades mencionadas en el Ranking pagan a las organizaciones que construyen los rankings. Se sabe que la corrupción en Brasil es inmensa, pero esta situación se presenta a nivel de empresas, negocios  con el gobierno brasileño o con otros gobiernos tropicales,  pero no en las universidades. (En el el Perú es posible que sea así, porque muchas universidades provienen de fondos ligados a las actividades ilícitas, pero tampoco les interesa aparecer en el ranking porque es más rentable trabajar así). La calidad académica de una universidad aleja a los que prefieren la mediocridad y el facilismo.

c)      En todas las universidades brasileñas y chilenas que aparecen en los rankings no existen bibliotecas, hemerotecas ni centros de investigación. Y si existe alguna biblioteca, sólo es para aparentar seriedad académica

         En el Perú, muchas universidades no tienen biblioteca, las pocas que existen están literalmente pintadas en la pared, los alumnos nunca acuden a ellas porque no necesitan nada más que la impresión de una presentación en Power Point para aprobar los cursos o los libros son obsoletos, en mal estado.

         Es posible que haya detractores de todo lo afirmado, y estoy dispuestos a aceptar la opinión discrepante y cambiar de opinión si se demuestra de manera contundente  y con hechos la veracidad de las tres últimas afirmaciones. En ese caso, si puedo creer que la educación peruana alcanzará el promedio OCDE en 21 años o menos  y que Brasil y Chile nunca llegarán a ese promedio. Por fin, se le podría ganar a a Chile en algo.

        Como peruano deseo fervientemente que mejore el sistema educativo, que se alcance niveles más altos y que gradualmente mejore la calidad de las universidades, porque de otra manera nunca se avanzará como sociedad. ¿Qué pasaría si al mismo tiempo que se alcanza o supera el promedio de PISA de la OCDE, por lo menos la mitad de las universidades peruanas ya tiene un nivel decente de calidad?

        Por el momento, estoy fuera de la caverna y me niego a ver las sombras que nos presentan los manipuladores de la sociedad para proteger sus intereses. Hasta ahora, todo parece una grosera  manipulación de cifras para aparentar  resultados que nunca existieron.
Existen voces críticas respecto a la utilidad y objetivos de las pruebas PISA, se habla de intereses y manejo poco transparentes pero en cualquier caso sirven como un acicate, un  estímulo para provocar reacciones y hacer lo necesario para mejorar la calidad educativa.
     Singapur, con o sin participación en las pruebas PISA,  tuvo la visión y voluntad de alcanzar la excelencia educativa y lo ha logrado. Cuando se aplicaron las pruebas PISA ellos ya estaban preparados para figurar siempre entre los primeros. En el Perú es una reacción y de manera inapropiada, por eso no hay avances en la calidad de la educación.
     ¿Singapur lo logró porque  es un país rico y el Perú, un país pobre? Una falacia más grande que la muralla china. La actitud individual y  social, el ethos, visión y liderazgo que sobran en Singapur son los factores críticos que faltan clamorosamente en el Perú y que explican la situación.

      Diez Gutiérrez (2015) dice “Es absolutamente impactante y vergonzoso ver a algunas personas, por lo demás racionales y bien educadas, creer que tres puntuaciones de las pruebas de PISA muestran la calidad de sus sistemas educativos, la eficacia de su profesorado, la capacidad de su estudiantes, y la futura prosperidad de la sociedad”. Señala que Julio Carabaña, sociólogo educativo reputado, en la investigación “La inutilidad de PISA para las escuelas”, demuestra sólidamente que este programa de evaluación internacional carece de valor para ayudar a mejorar la enseñanza en las aulas y el funcionamiento de las escuelas.
        ¿Por qué? Las pruebas PISA miden capacidades muy generales, capacidades que dependen de la experiencia acumulada en toda la vida del alumnado, desde su nacimiento; por ello, si un país tiene más puntaje que otro no se puede inferir que sus escuelas sean más efectivas, pues el aprendizaje comienza antes de la escuela y tiene lugar en una diversidad de contextos institucionales y extraescolares.
         ¿Porque se sigue utilizando y dando publicidad las pruebas PISA?  El éxito mediático y político de PISA se debe a que los resultados se publican en forma de ranking o clasificación mundial y un sector de políticos los utilizan para justificar sus reformas y atacar las de sus contrarios. Y a veces para mantener en el poder o cargo  a ciertos personajes útiles, sea por conveniencia o por presión de alguien a quien se le debe mucho. (Parece que por aquí está la madre del cordero).

Referencias


PISA 2015: ¿Cuántos años le tomará a Perú alcanzar el promedio OCDE?
Miércoles, 07 de diciembre del 2016

Ranking Web of Universities

QS University Rankings: Latin America 2016 –

Ranking de las 50 mejores universidades de América latina
MIÉRCOLES 13 DE JULIO DE 2016

Conozca el ranking de las 300 mejores universidades de Latinoamérica © Sputnik/ Vladimir Fedorenko

Díez Gutiérrez , Enrique Javier (2015) Las pruebas Pisa, un negocio más que una evaluación. La editorial Pearson logró el contrato para hacerlas en el 2015   julio 01, 2015


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