El Señor de los Milagros ya no es peruano - Metáfora de los círculos
del infierno dantesco
El
Señor de los Milagros es una imagen venerada desde la Colonia por los peruanos,
especialmente los residentes en la Capital. La concurrencia multitudinaria a
las procesiones en Octubre y su presencia en todo el mundo, como herencia cultural
de los peruanos que emigran es una señal del cariño y respeto por este Cristo.
Existen
oraciones, canciones, himnos y muchas creaciones poéticas en honor del Señor de
los Milagros. Se muestra la oración y cántico que entonan en los ritos religiosos.
Dice por ejemplo, “con paso firme de buen cristiano,
hagamos grande a nuestro Perú u todos
unidos…”
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Hasta
ahora se creía que el Señor de los Milagros siempre protegía al Perú, pero al parecer
la oración no se correlaciona con la vida real, por eso el Señor debe sentirse
muy incómodo, molesto e inseguro cuando en las procesiones, en vez de gente con
fe está rodeado de sujetos que pueden tener los más altos cargos públicos o privados,
que desconocen por completo o no valoran
en absoluto los valores morales, sociales, tengan o no connotación religiosa. La
codicia, la corrupción, la podredumbre moral se encuentran reunidas y en vez del
aroma de las flores y el incienso, debe
llegar al Señor el miasma y la hediondez.
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Dante Alighieri, en el Infierno, primer canto,
describe la visión de su viaje al Infierno, acompañado por Virgilio, guía y protector.
Dante divide al infierno en nueve círculos, basado en el pensamiento
aristotélico-tomístico. Antes de ingresar, detrás de una colina se encuentra la
ciudad de Jerusalén, y debajo de ella, el Infierno. Después de pasar el rio Aqueronte
en la barca de Caronte entra en el verdadero Infierno.
El Infierno, se describe como una pirámide
invertida que se separa en 9 círculos, que alojan el condenado según la gravedad
de sus pecados o delitos.
Primer círculo: El Limbo, las personas que no fueron bautizadas,
Segundo círculo: Los lujuriosos
Tercer círculo: Los glotones, los soberbios y los envidiosos
Cuarto círculo: Los pródigos y avaros (incluyendo clérigos, papas y cardenales). En realidad
estos últimos deberían estar en el círculo destinado a los más infames.
Quinto círculo: Los iracundos y los perezosos
Sexto círculo. Los
herejes (estos circulo debería borrase ahora que el hombre tener libertad para
pensar)
Séptimo círculo: los violentos en tres giros: Primer giro: Los violentos contra el prójimo (homicidas
y los criminales, tiranos, violadores y bandidos). Debe estar sobrepoblado
Segundo giro: Los violentos contra sí mismos (suicidas)
Tercer giro: Los violentos contra Dios, la naturaleza y el
arte (blasfemos, los sodomitas y los prestamistas)
Octavo círculo: Los que usaron la malicia, los fraudulentos. Está compuesto por diez zanjas:
Primera fosa: Rufianes y a los seductores; Segunda fosa: Aduladores;
Tercera fosa: Simoniacos; Cuarta fosa: Adivinos y a los
magos; Quinta fosa: malversadores, los que tomaron provechos ilícitos de sus cargos
públicos; Sexta fosa: Hipócritas; Séptima fosa: Los
ladrones; Octava fosa: Consejeros fraudulentos; Novena fosa: Los
escandalosos, cismáticos y herejes; Décima fosa: Falsificadores de
cosas, personas, dinero o palabras.
Noveno círculo: Traidores. Primera
zona: traidores como Caín; Segunda zona: traidor a su ciudad;
Tercera zona: Traidores a sus huéspedes. Cuarta zona: Los
émulos de Judas Iscariote, paradigma de la traición.
En el centro de la
Tierra, entre el hielo que envuelve las sombras, está Lucifer con medio cuerpo
fuera de la superficie glacial, masticando a Judas como juguete de plástico.
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Los chilenos, ante el descuido o la indiferencia de los peruanos,
son muy hábiles para apropiarse de las cosas peruanos que no se valoran aquí en
la justa medida. La lúcuma, que crece en los valles peruanos, es “fruta chilena”,
el pisco, nuestra licor tradicional se conoce
en mundo como bebida chilena, el suspiro a la limeña es ahora un dulce chileno.
También quisieron llevarse al Señor de los Milagros. Para mala suerte de ellos, la corrupción
también se está extendiendo como un cáncer. Por un tiempo,
el Señor de los Milagros ya se sentía cómodo en ese país.
¿Por qué decidió ir a
Chile el Señor fe los Milagros? Por la sobrecarga laboral, sobrecarga emocional
y la inclinación creciente del pueblo peruano por las fuerzas del mal, a tal
punto que el Infierno de Date resultaba
insuficiente para alojar a los pecadores. Un décimo círculo era necesario agregar,
con ello el exceso de trabajo, resultaron demasiado para el Señor de los
Milagros, que aprovechó la oportunidad para escaparse.
Repetimos, la corrupción
y con ello, la posibilidad de un deterioro social y ético extendido en
Chile, atemorizaban al Señor de los Milagros.
Por ello, buscando un lugar más apropiado, descubrió un pequeño país en
el mundo que ni siquiera aparece en los mapas, Singapur. La bandera es también
blanquirroja y el Señor de los Milagros puede envolverse en los colores añorados.
Siempre con la blanquirroja, pero con otra gente, otra
cultura, más respetuosos de las leyes, con
valores, con futuro; por ello, el Señor de los Milagros tiene ahora menos trabajo o preocupaciones. Hay menos
presión, menos trabajo, menor riesgo
para el Señor de los Milagros y parece que
se queda para siempre por esas lejanas tierras.
En un viaje por ese
lugar, alguien le recordó que era peruano y que aquí se le necesitaban mucho.
El Señor de los Milagros, dijo que extraña a su país de origen, los turrones de doña Pepa, el cebiche, la música
criolla, la soberbia marinera norteña, el mar, y muchas cosas , pero que no podría
volver por ahora. Quizás cuando el 50% + 1 de peruanos, decida imitar a los ciudadanos
del país en el que ahora se siente cómodo, seguro, respetado y por supuesto,
querido...
Referencias
Círculos del infierno
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