sábado, 1 de agosto de 2015

Educación de calidad, presupuesto e inversión. Tragedia de países subdesarrollados


La educación y el Presupuesto. Cuando la inversión en el sector es diferente al presupuesto

Introducción

La educación es un derecho humano fundamental y aunque los gobiernos se proponen como tarea el cumplimiento de las metas propuestas por las Naciones Unidas en este ámbito, es también importante considerar la calidad, pertinencia y utilidad de la educación. Aprender a leer y escribir es bueno para las actividades básicas y rutinarias, pero el contexto económico, tecnológico y social  exige mucho más que eso; se necesita crear y desarrollar competencias y habilidades que son resultado de una educación de calidad, que cumple con los más altos estándares.

La alfabetización al 100% es buena, pero la calidad educativa que apenas desarrolla  capacidades básicas no apropiadas para el SXXI  no lo es; ahí radica el problema de muchos gobiernos. ¿Cómo lograrlo? La respuesta está en la disponibilidad de recursos financieros para proporcionar los elementos básicos. Se necesita dinero para nueva y mejor infraestructura educativa, para el equipamiento adecuado, para la adopción e implantación de recursos  tecnológicos, para la capacitación y formación de los nuevos maestros, y para muchos fines complementarios.

Es necesario priorizar la asignación de recursos porque las necesidades son inmensas. El dinero disponible, el presupuesto asignado al sector educación por los gobiernos debe ser invertido en la educación; y entendemos inversión como el empleo del presupuesto total para atender las demandas priorizadas.

¿Dónde debe realizarse la inversión? Mejores  escuelas, mejor equipamiento, mejores condiciones de trabajo, mejores salarios; y como condición básica transparencia, eficiencia y eficacia en el uso del presupuesto.

En toda situación donde existe dinero del estado, la oportunidad para el delito está presente  (malversación, peculado, sobrevalorización, pagos ilegales) y en la medida en que existan menos ocasiones o intención de cometer estos delitos, la calidad de la educación será mayor.

Cuadro 1. Relación entre Inversión en educación y calidad de educación

Inversión en educación como porcentaje del Presupuesto sectorial
Consecuencia en la Calidad de la educación
Inversión  = 100% del presupuesto
Alta calidad, responde totalmente a exigencia del SXXI
Inversión  >= 80% del presupuesto
Calidad  alta, algunos problemas pero es competitiva
Inversión >= 50% del presupuesto
Calidad baja, existen islas de calidad
Inversión < 50% presupuesto
Calidad ínfima. Responde a exigencia del SXX (obsoleto)

Fuente: Elaboración propia (C. Rivas R., julio 2015)

La calidad de gasto hace la diferencia

En la gráfica se 1 se muestra la diferencia entre los niveles de educación de países orientados a la formación de sus estudiantes con las competencias y habilidades requeridas en el SXXI. En este caso se supera el límite crítico que marca la diferencia entre estar preparados para enfrentar las demandas profesionales, laborales y cognoscitivas  del SXXI y estar obsoletos e inermes. En la parte inferior de la línea AA´, los países que están fuera de la competencia mantienen sistema educativos de baja calidad caracterizados por la obsolescencia de métodos educativos y contenidos transmitidos.

En algunos casos  la infraestructura puede estar actualizada pero la capacidad de aprovechar las ventajas no existe. En cierto modo, es como echar vino rancio en una botella nueva, con al esperanza de que se renueve el contenido. Sólo Cristo realizaría este milagro. El Perú, lamentablemente se encuentra en el grupo de los países que no han superado la línea crítica, y pese a los discursos grandilocuentes y cifras de éxito desplegadas con euforia, no hay avances reales comprobables y contrastables con países por encima de la línea crítica. El mal de Hubris, como siempre, afecta a los responsables del sector.

 

Cuando el presupuesto destinado al sector educación se emplea íntegramente  para los fines y usos legítimos, justificables y comprobables, el resultado es como se muestra en la Gráfica 2. A mayor cantidad disponible, la calidad de la educación es mayor, es sostenible, se muestra en los resultados de corto plazo y se consolida a largo plazo. En términos generales, los alumnos de formación básica están preparados para ser profesionales o técnicos competitivos, creativos, con destrezas y habilidades que les permiten aprovechan las ventajas y oportunidades que les ofrece el SXXI. Es la situación ideal.

Se entiende por inversión real en educación, el uso de recursos para mejorar la infraestructura, actualizar métodos educativos, pagar bien a maestros, realizar gastos corrientes con transparencia, honestidad y eficiencia.

 

En la gráfica 3 se muestra la realidad. Por lo general en países como el Perú, el presupuesto sectorial (P)  es mayor que la inversión en educación (I), de manera que la diferencia o gasto no justificado (G) es igual a G = P – I. Este gasto no es el gasto corriente (sueldo, salarios, mantenimiento, entre otros) sino el que corresponde al desvío de fondos para sobrevaloración, compras ficticias, pago de consultorías y estudio también ficticios, coimas y otras actividades criminales.

Cuando se construye un colegio directamente por el Estado y el costo real es de 5 millones de nuevos soles (unidad monetaria del Perú), se pasa como una inversión de 20 millones, la diferencia es el gasto ilegal (15 millones que se pierden misteriosamente en el camino y nunca llegan a su destino). O cuando se “contrata“ personas o a empresas  "consultoras"  para estudios ficticios, pagando 20 millones para recibir un informe también ficticio que luego se arroja a la basura, el gasto no justificado es de 20 millones de nuevos soles. Las formas y oportunidades para defraudar al Estado son múltiples y con seguridad, son aprovechadas por las autoridades y funcionarios  inescrupulosos que saben que los delincuentes tienen  un "derecho" consagrado en el ambiente legal peruano, la impunidad. (Nota 1)

En la gráfica 3 se muestra la brecha creciente entre el presupuesto  y la inversión real en educación. Cada vez son más audaces y ambiciosos los depredadores del Estado, por eso la diferencia G = P-I se hace más grande. La evidencia empírica confirmaría esta suposición. Y se confirma además en el hecho global de que a pesar de que la infraestructura ha mejorado notoriamente en muchos lugares, la calidad educativa se mantiene baja ¿Por qué los alumnos de colegios emblemáticos, con locales modernos, cómodos y completamente equipados no aprueban o superan masivamente las pruebas PISA? Su nivel es tan paupérrimo como el del alumno que estudia en un colegio sin paredes y se sienta sobre piedras o troncos.


 

Si la solución del problema de la baja calidad educativa se redujera a tener más dinero o presupuesto, entonces si ahora se gasta  3,5% del PBI  en educación , con el 6% del PBI en unos pocos años, el Perú debería estar al nivel de Corea del Sur o Finlandia. La magia o ilusión de los números, pero la realidad no es tan simple, estas extrapolaciones son espurias y falaces.  “Es la calidad del gasto, no la cantidad lo que hace la diferencia”.

En la gráfica 4 se puede observar como a pesar de tener mayor presupuesto, la calidad educativa cae por varias razones. Una de ellas es que la línea crítica no es estática, pues los conocimientos, exigencias y habilidades requeridas son cada vez más complejas, forman una valla más alta y quien no corre  a la velocidad del cambio, está desfasado y perdido. En el Perú puede indicarse como éxitos la mejoría respecto a  situaciones pasadas, pero se basa en patrones o referencias ya obsoletas; si se hiciera la comparación con países en los que realmente se invierte el presupuesto sectorial en la educación, se vería como se incrementa la brecha de la calidad educativa. Incluso en aquellos donde alguna fracción se desvía (5% o 10%) se observa la superioridad de logros respecto al sistema educativo peruano.



En el Perú es un secreto a voces la forma como se depreda al estado. Los hechos de este gobierno serán materia de investigación y hallazgos en el siguiente gobierno. Al principio, se tomará como persecución política, como vendetta o cacería de brujas; luego, cuando los hechos sean demostrados con pruebas se generarán escándalos, y en la fase final de la "negociación" entre acusados y acusadores todo quedará en el olvido. La impunidad lograda por la generosidad del sistema judicial y político permitirá los denunciados disfrutar de sus logros económicos a expensas del Estado (¿quizás compartirán algo de los beneficios?) y todo se reducirá a hechos anecdóticos. Nada cambia y nada cambiará, hoy como hace 10 o 100 años, la corrupción impone sus reglas y el Perú avanza hacia el abismo moral y a largo plazo, económico.

En un estudio posterior se analizará las diferencias entre los países que muestran mejores resultados en relación  a las pruebas PISA, que resultan hasta banales pues se pude falsear los resultados y mostrar mejoras inexistentes; así como el desempeño global de los estudiantes demostrado en su formación y competencias profesionales, la cantidad, calidad y trascendencia de la investigación científica realizada en sus universidades y empresas.

Nota 1. Es indignante ver como las Naciones Unidas, mediante el organismo PNUD se presta a estas jugarretas delictivas cuando avala y respalda las licitaciones ficticias, las planillas doradas o secretas, la sobrevalorización de obras, y otras formas de malversación de fondos.

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